viernes, 25 de febrero de 2011

Envidia, de acuerdo a las definiciones de la Real Academia Española la envidia es la tristeza o pesar del bien ajeno y la emulación, deseo de algo que no se posee.

Sentimiento no reconocido

La persona envidiosa no suele reconocer su envidia. Se resiste a hacerlo y no hay nada que más le hiera y descalifique que intentar hacerle ver que la tiene. Hay que tener en cuenta que detrás de la envidia se halla:
  • Un sentimiento de inferioridad e inseguridad.
  • Una incapacidad de reconocer las limitaciones personales, asociándolas a signos de debilidad.
  • Una negación total de que la infelicidad no se debe a lo que no se tiene, sino a la falta de aprecio de lo que sí se posee.
  • Una falta de compromiso y responsabilidad con la propia vida. Pendiente de la vida de otros, no se asume la propia.

La "envidia sana" no existe

Este sufrimiento secreto por el bien ajeno, que todos hemos sentido en alguna ocasión y que nos ha traído más de una incomodidad, disgusto y dolor, siempre es negativo. La conocida como "envidia sana" no existe. Es un sentimiento que debe ser aceptado como uno más de los que sentimos. La preocupación llega cuando la envidia se convierte en patológica e interfiere en la vida de la persona, cuando ese sentimiento posee al individuo, merma su autoestima y le incapacita para llevar una vida saludable.

Actitudes ante la envidia

Prevención

Como sucede con todo sentimiento insano, es conveniente mantener actitudes preventivas, de forma que no lleguemos a padecer de manera obsesiva sus efectos. Una buena prevención ante la envidia iría encaminada a :
  • Favorecer la confianza básica en uno mismo y en los demás.
  • Conocer las limitaciones y potencialidades que tenemos, aceptándonos como somos.
  • Pensar que hay cosas que podemos cambiar y otras que no.
  • Aprender a valorar con precisión la propia competencia, sin infravalorarse ni sobrevalorarse.
  • Acostumbrarse a centrar la atención en los aspectos más positivos de la realidad.
  • Estimular la empatía, es decir, la capacidad para ponerse en el lugar del otro.
  • Establecer relaciones adecuadas y satisfactorias con los iguales.
  • Aprender a relativizar las diferencias sociales y adquirir habilidades para elegir adecuadamente con quién, cómo y cuándo compararse.
  • Aprender a relativizar también el éxito.
  • Analizar el progreso personal mediante la comparación consigo mismo, no con otros.
  • Aprender a dar y pedir ayuda, a colaborar y compartir. Permite adquirir habilidades con las que resolver los conflictos que origina la envidia.

Superación

Para gestionar y superar la envidia, nada mejor que replantearnos algunos principios clave, que son los que nos ayudan a disfrutar de un mayor equilibrio y a vivir de forma más serena y gozosa:
  • Pensar que no estamos perdiendo nada cuando a otras personas les va bien.
  • Darnos cuenta de que si queremos ser nosotros mismos, el único punto de referencia de superación somos nosotros. No necesitamos compararnos con nadie más.
  • Apreciar el valor de nuestra vida y mostrarnos agradecidos de tenerla.
  • Alegrarnos de lo que tenemos. No vivir pendientes de lo que no tenemos.
  • Redescubrir día a día lo que nos rodea: las personas, el paisaje, las pequeñas cosas que nos hacen más fácil la vida...
  • Y lo más difícil, pero alcanzable: sentirnos felices por la buena suerte de los demás, porque, en definitiva, vengan de la mano de otros o de las nuestras propias, de lo que se trata es de vivir el mayor número de momentos de felicidad y alegría.

jueves, 24 de febrero de 2011

Pero...¿Que es la envidia? Es, sin duda, uno de los problemas emocionales más frecuentes, la envidia suele definirse como la tristeza por el bien ajeno; un sentimiento desagradable que se produce al percibir en otro algo que se desea y que dificulta el desarrollo del que lo sufre y sus relaciones con los demás.